Siempre quice un hijo, el cual heredaria toda mi fortuna, pero gracias a esta imprevista enfermedad nunca cumpliria mi sueño. En ese momento lo primero que paso por mi mente fue abandonarla, y cumplir mi deseo con otra mujer, pero deseche esa idea, pues no me veia sin Alice. Ella era mi mujer desde hace ya seis años, juntos habiamos pasado los mejores momentos de mi vida adulta.
Pero todo cambio el día en que conoci a Francisca, ella era todo lo opuesto a Alice, físicamente por supuesto, ya que nadie pensaba igual que ella.
El día que comenze a entablar una conversación seria con Francisca, supe que con ella realizaria mi sueño de ser padre.
Durante un tiempo tuve la conjetura de que Francisca deseaba tener una relacion más seria, por eso decidí pedirle que seamos novios, sabiendo yo muy bien que me encuentro casado; obviamente ella no sabia nada de Alice y mucho menos de mi matrimonio.
A los meses despues Fran me estaba esperando en la casa que ya teniamos juntos, habia recibido una llamada de ella y diciendome que debia darme una noticia. En ese instante yo entre en un barullo enorme, y me imagine todo tipo de cosas, como que habían entrado a robar o habia recibido una visita inesperada. Pero cuando llegue a la casa, la noticia que me dio no era la que me esperaba.
Fran me dijo que tenia un atraso de casi dos semanas, en ese instante yo acogí la noticia pero quede con la inquietud, ya que siempre que teníamos relaciones sexuales utilizábamos preservativo, y al final yo me preocupaba de revisarlo para ver que no estuviera roto. Cuando volví a casa con Alice, esta me pregunto que me pasaba y yo le dije que era un asunto del trabajo el que me tenia pensativo, vi en el rostro inverosímil de mi mujer esa sensación de que yo no le decía la verdad, pero no volvió a preguntar.
Fueron pasando los meses y yo cada vez estaba más intrigado de saber quien era el verdadero padre de la criatura que engendraba Fran.
Hasta que llego el día del parto y yo me encontraba en mi cuarto con mi señora y recibo una muy inesperada llamada de Fran, respondí y me dijo que iba a dar a luz, en ese momento mi mente se lleno de miedo, ya que tenia que ir a ese parto para acometer que la enfermera tomara una prueba de ADN para así verificar si el realmente era el padre de ese niño que estaba por nacer. Alice me pregunto que es lo que sucedía y le mentí, le dije que habían entrado a robar en la oficina y que tenia que estar rápidamente en el lugar de los hechos.
Cuando llegue al hospital estaba atestado de gente y Fran estaba a punto de entrar en la sala de parto. Ya cuando el niño nació lo vi y era un bebe rechoncho, nada parecido a mi ni a la madre, todo me dijo que no era hijo mio, por eso me decidí y me acerque a la enfermera que cargaba al recién nacido, y le pedí que le realizara el examen pero que procurara de que mi pareja no se enterara, esta asintió y se marcho con el crío en brazos. Cuando la enfermera volvió con el bebe, me dijo que el examen tardarían cinco días en estar listo.
Durante esos cinco largos días de espera, me dedique a buscar información acerca de Fran, y encontré algo que jamas me espere de ella. Era una prófuga de la justicia, ya que se le formalizo por homicidio calificado por envenenamiento de su pareja a causal de un engaño de tal, y no solamente por esa muerte si no que también por transgredir la ley al no cumplir su condena y escaparse de la cárcel. Quede totalmente petrificado al leer esta información. Lo primero que hice fue arrepentirme de mis actos, e ir a encarar a esa delincuente, pero cuando llegue a la casa no la encontré, revise todo el perímetro de nuestro hogar y no había rastro de esa embaucadora profesional.
En ese instante me fui directo a la pequeña caja fuerte que mantenía en el cuarto de estar, en el cual tenia oculto una pequeña arma de grueso calibre, para defensa personal, me lleve una no muy grata sorpresa al ver que no se encontraba en su lugar, me di vuelta y al ver que Fran apuntaba el arma hacía mi. Sarcásticamente, ella se rió y me dijo siempre concite que tu me mentías y me entere que estas casado y que dudas de que nuestro pequeño hijo es tuyo, acaso tu crees que te he engañado, si me dije mentalmente, al segundo después me disparo, yo caí al suelo y sentí como esa mujer a la cual pensé que era tan benigna, se convirtió de un momento a otro a ese monstruo que quería acabar con mi vida.
Lo ultimo que fui capaz de hacer fue escribir un mensaje de texto a Alice, donde le dije que la amaba y que me perdonara en ese instante apreté enviar y sentí un segundo disparo el cual acabo con mi vida.
Por Ximena Maureira.
En ese instante me fui directo a la pequeña caja fuerte que mantenía en el cuarto de estar, en el cual tenia oculto una pequeña arma de grueso calibre, para defensa personal, me lleve una no muy grata sorpresa al ver que no se encontraba en su lugar, me di vuelta y al ver que Fran apuntaba el arma hacía mi. Sarcásticamente, ella se rió y me dijo siempre concite que tu me mentías y me entere que estas casado y que dudas de que nuestro pequeño hijo es tuyo, acaso tu crees que te he engañado, si me dije mentalmente, al segundo después me disparo, yo caí al suelo y sentí como esa mujer a la cual pensé que era tan benigna, se convirtió de un momento a otro a ese monstruo que quería acabar con mi vida.
Lo ultimo que fui capaz de hacer fue escribir un mensaje de texto a Alice, donde le dije que la amaba y que me perdonara en ese instante apreté enviar y sentí un segundo disparo el cual acabo con mi vida.
Por Ximena Maureira.